Desde hace varias generaciones, las famosas berlinetas de Maranello han sufrido grandes cambios a mitad de su vida, a medio camino entre un coche nuevo y un restyling. 308, luego 328, 348, luego F355, Modena y luego F430. Este último ha sido objeto de una profunda revisión, que ha puesto el listón muy alto en términos de prestaciones. A primera vista, el trabajo realizado no parecía tan evidente. Los cambios de estilo eran ciertamente visibles, pero a primera vista parecía un simple restyling, como muchos fabricantes saben hacer cuando relanzan un modelo a mitad de vida. El Ferrari F430 es más largo y tiene un frontal y una zaga nuevos. Todo ello se ha hecho más aerodinámico gracias al aumento de potencia. En la parte delantera, el parachoques presenta grandes tomas de aire, con una hoja aerodinámica sutilmente integrada en el centro, que aumenta la carga aerodinámica sobre el eje delantero. El F430 aprovecha al máximo el efecto suelo, como demuestra el imponente extractor trasero, que se eleva muy por encima del parachoques, con dos salidas de escape dobles muy sofisticadas a cada lado. Los cuatro pequeños faros redondos y el alerón integrado en el capó sobre una pequeña rejilla de refrigeración son los rasgos más inspirados del Enzo.