También conocido como «Barchetta», el Roadster es igual que el coupé: exclusivo, agresivo y extremo. El diseño exterior se caracteriza por una musculatura muy desarrollada y líneas afiladas como las de un avión furtivo, perpetuando los valores propios de Lamborghini. El parabrisas y las ventanillas laterales tienen una línea de techo muy baja y recta, lo que permite que la capota se despliegue con facilidad y se integre perfectamente en las líneas del roadster. Para no desvirtuar esta belleza escultural, los elementos aerodinámicos sólo se descubren cuando es necesario, ya sea para refrigerar el V12 en ebullición o para añadir carga aerodinámica a alta velocidad. El capó también es nuevo y, visto desde arriba, su forma recuerda al ala de un avión. También hay nuevas llantas con un diseño realmente sublime. Del mismo modo, los tubos de escape dobles centrales son nuevos, con una sección transversal mayor que en el coupé, lo que permite que la furia del legendario 12 cilindros ruge de forma aún más audible.