FERRARI

El primer 250 GT California Spyder de chasis corto se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1960. En muchos aspectos, este modelo seguía los pasos del Berlinetta que había aparecido en el Salón del Automóvil de París de 1959. El Spyder, a su vez, se basaba en un chasis más corto y dinámico, reducido de 2,60 m a 2,40 m. Al optar por el chasis Tipo 539, el California marcó definitivamente su diferencia con el 250 GT Cabriolet. La reducción de veinte centímetros de la distancia entre ejes confiere al California unas proporciones más compactas y una silueta más musculosa.

El Ferrari 250 GT Berlinetta SWB apareció en 1959, sustituyendo al 250 GT LWB Tour de France. Se convirtió en el primer coche conocido internacionalmente por sus victorias en Gran Turismo. En una época en la que el nombre Ferrari ya era sinónimo de prestaciones, la reducción del chasis de los Ferrari 250 a 2.600 mm (LWB) les proporcionó unas proporciones ideales, mientras que el término SWB, por Short Wheel Base (2.400 mm), ganó estatus de culto en la categoría GT. Considerado como uno de los coches más bellos jamás construidos, el Ferrari 250 GT SWB destaca por su perfecta combinación de «estética» y «utilidad».

Presentado en 1962, el 250 GTO es el último de una larga serie de Ferrari 250 de la época del «Commendatore» Enzo Ferrari. Diseñado para participar en competiciones de Gran Turismo, el 250 GTO derivaba del 250 GT SWB. Mecánicamente, se confiaba en el potente motor V12 de 3.0L tomado del 250 Testa Rossa (el «250» del nombre proviene de la cilindrada unitaria de cada uno de los barriles). Con una potencia de 303 CV, los 900 kilos de potencia ensamblados a mano propulsaban el coche a velocidades superiores a los 250 km/h, un récord para la categoría GT a principios de la década de 1960. Por encima de todo, el Gran Turismo Omologato, del que sólo se fabricaron 39 unidades, es una joya extremadamente rara… y extremadamente cara.

Directamente derivado del 250 GTE, el 330 America se distinguía por su motor de 4 litros. Contrariamente a lo que podría pensarse, no estaba en absoluto destinado al mercado americano, sino que era el resultado de un capricho de Enzo Ferrari, que consideraba que su 250 GTE no «tiraba» lo suficiente. Así que decidió ir a por todas. Partiendo del clásico motor de 3 litros que ya equipaba el 250 GTE, Ferrari fabricó, sólo durante quince días, un «super» 250 GTE equipado con el motor de doce cilindros y cuatro litros del 330. Se llamaría 330 America. Se llamaría 330 America. Así lo decidió el Commendatore…

El Ferrari 250 GT Lusso, a veces conocido como GTL o Berlinetta Lusso, es un turismo producido por el fabricante italiano Ferrari. Versión más espaciosa y, sobre todo, más lujosa de la berlinetta 250 GT, el 250 GT Lusso (de «lujo»), que no estaba destinado a la competición de Gran Turismo, está considerado como uno de los modelos más elegantes de Ferrari. Fiel a la «tradición» Ferrari de la época, el 250 GT Lusso fue diseñado por el carrocero turinés Pinin Farina y carrozado por Carrozzeria Scaglietti. Aunque el interior era más espacioso que el del 250 GT, el GT Lusso seguía siendo un coupé GT biplaza, a diferencia del 250 GTE. Fabricado durante sólo dieciocho meses, desde principios de 1963 hasta mediados de 1964, fue el último modelo de la generación del Ferrari 250 GT.

La aparición del 275 GTB, que sustituyó al 250 GT Lusso, en el Salón del Automóvil de París de octubre de 1964 marcó un importante punto de inflexión en la historia del modelo en varios aspectos. Atrás quedaban los días en que los Ferrari de calle eran poco más que máquinas de carreras disfrazadas. Los clientes, a los que aún no molestaban los omnipresentes límites de velocidad, querían conducir rápido y con comodidad. Así que se demandaban prestaciones y lujo. Esta diva no oculta las valiosas lecciones aprendidas en competición. El V12 de 3,3 litros, derivado directamente de los prototipos 275 P, cuenta con un fantástico conjunto de 3 carburadores de doble barrilete. Presume de 20 CV más de potencia que el 250 GT Lusso.

El Ferrari 275 GTS tenía la onerosa tarea de suceder al 250 GT Cabriolet. Aunque había pocas diferencias físicas, los verdaderos cambios se encontraban bajo el hermoso exterior diseñado por Pininfarina. El 275 fue el primer transalpino del Cavallino Rampante con suspensión independiente en las cuatro ruedas. La caja de cambios se montó en la parte trasera para mejorar la distribución del peso. Finalmente, por supuesto, había un motor V12 bajo el capó. Con una cilindrada de 3,3 litros, producía 260 CV a 7.000 revoluciones (imagínese la música…), lo que permitía a este 275 acelerar de 0 a 100 en 7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h.

Presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1964, el Ferrari 500 Superfast fue un coupé de prestigio que sucedió al 400 Superamérica. Hasta 1966, se fabricaron 37 ejemplares. Pertenecía a la familia Ferrari América o Superamérica (SA), nacida del deseo de Enzo Ferrari de desarrollar, desde principios de los años 50, un modelo específico adaptado al gusto americano por el lujo y la potencia. La carrocería del Ferrari 500 Superfast, diseñada y construida por Pininfarina, fue tomada del anterior coupé ‘Aerodynamica’, con una parte trasera truncada a diferencia del anterior. El 365 GT 2+2 seguirá los pasos de este 500 Superfast, inspirándose en la carrocería.

El 330 GT fue el sucesor del 250 GT/E, el primer Ferrari 2+2 de calle fabricado en serie. El 250 GT fue juzgado en ocasiones demasiado conservador y poco potente; estas críticas se tuvieron en cuenta para el siguiente modelo: el 330 GT, presentado en el 64, ofrecía un diseño más agresivo y asertivo, gracias al talento de Tom Tjaarda para Pininfarina, un motor mucho más potente (4 litros en lugar de 3, y 300 CV en lugar de 240), era más cómodo y también más rápido (245 km/h).