La segunda versión del Quattroporte se presentó en 1973 y fue el último automóvil Maserati surgido del turbulento periodo dejado por la dirección de Citroën. Este proyecto recibió el número de código de fábrica «123». El coche fue diseñado por el famoso carrocero Bertone, pero por un tal Marcello Gandini. Estaría propulsado por un motor Maserati V6 de 3 litros, el mismo que impulsaría al Maserati Merak… y al Citroën SM. Le costará dar al coche el carácter deportivo que esperan los clientes habituales de la marca. Además, este modelo iba a estar equipado con tracción delantera, y aunque su tamaño era muy imponente, no tuvo el éxito que sus líneas podrían haber sugerido; llegó en plena crisis del petróleo, y un verdadero GT de la marca no puede ser de tracción delantera. El coche también recibió la suspensión hidráulica del SM, así como otras características más modestas en el habitáculo. Sólo se construyeron 13 ejemplares de la 2ª serie del Maserati Quattroporte entre 1974 y 1975, debido a la quiebra de la marca por parte de Citroën.