Para Lamborghini, el SE30 es una serie ultralimitada diseñada como versión de competición homologada para la calle del Diablo. No pasa precisamente desapercibido, aunque sólo sea por su color especial «púrpura lavanda metalizado». El frontal se ha modificado ligeramente, con tomas integradas para mejorar la refrigeración de los frenos y un alerón inferior, mientras que el toro de lidia se ha trasladado del maletero al parachoques. Los laterales están esculpidos con respiraderos de fibra de carbono para suministrar aire fresco a los radiadores de aceite más grandes del V12. Para evacuar el aire caliente, el capó también presenta unas lamas anchas y aireadas que recuerdan a las del Miura y que terminan en un enorme alerón con una lama ajustable en el centro. En la popa, tan bestia como siempre, los faros antiniebla y de marcha atrás se han trasladado al parachoques para ensanchar la parrilla del motor, que luce el logotipo del 30 aniversario. Esta modificación se repetiría en toda la gama a partir de 1994.