Esta 1ª versión Superligera se diferencia del Gallardo «normal» en que incorpora una serie de elementos de carbono, incluido el imponente alerón fijo (opcional) instalado detrás de la ventana de plexiglás que cubre el motor. El uso del carbono no se limita a los elementos visibles (retrovisores, paneles de las puertas, alerón), sino que también se extiende al difusor trasero y al suelo prácticamente plano del coche. El carbono también es el rey en el habitáculo. Dependiendo de las opciones, puede encontrarse en la consola central o en los asientos monocasco recubiertos de alcántara. La búsqueda del ahorro de peso va más allá, ya que, además de la ausencia de unidad multimedia (disponible bajo pedido), los tiradores de las puertas se han sustituido por unas sencillas correas de cuero. El Superleggera es a Lamborghini lo que el GT3 a Porsche.